
Barcelona, 9 de enero del enero del 2014.- Acabo de leer dos análisis brillantes sobre las tecnologías de la información y su posible evolución inmediata:
El Cuerpo será la contraseña y todo estará conectado (Periodista Marimar Jiménez en Cinco Días)
El año en que lo conectamos todo (Gurú: Enrique Dans)
La primera información, al margen de un magnífico titular, destaca que el gasto en la nube por parte de las empresas crecerá un 25% durante este ejercicio, y de un 30% en big data. Es evidente, que el recorrido de estos servicios en España acaba de iniciarse, tanto entre las empresas, como entre los consumidores. Aún debemos confiar más en los servicios on line de archivo y olvidarnos de los discos duros locales. Respecto al big data, quiero pensar que sólo es cuestión de inversión coyuntural. El valor de los datos a los que hoy tenemos acceso es inédito en toda la historia de la Humanidad. Tan sólo se precisa de las herramientas tecnológicas precisas y de los profesionales que interpreten todos los informes. Uno de los resultados más evidentes es el marketing individualizado, marketing «one to one».
Sobre el internet de las cosas, Marimar Jiménez publica en su gran reportaje: «Con millones de dispositivos conectados a internet y en muchos casos ejecutándose un sistema operativo integrado, en 2014 se convertirán en un imán de hackers. Otras amenazas, las app maliciosas para móviles, el secuestro de los perfiles en redes sociales, etc.». Sin duda, el reto de la seguridad (junto al de la innovación) debe ser prioritario para cualquier empresa tecnológica.
Por su parte, Enrique Dans subraya: «Pero si algo evidencia ese escaparate de la tecnología de consumo llamado CES es la llegada no ya de la “internet de las cosas“, sino de la “internet del todo”, del “everything connected”. No, nada que ver con aquella nevera conectada que nunca llegó a tener sentido real, pero sí con un enorme universo de dispositivos de todo tipo, procedentes de todo tipo de compañías y todo tipo de ocurrencias. Nuevos retos en estándares y conectividad. Categorías que se redefinen a medida que hablamos: en el entorno wearable tenemos una Pebble empeñada en demostrar que es algo más que un one-hit wonder, mientras empresas clásicas y con muchos más medios como Samsung, Qualcomm o Sony siguen sin lograr posicionar sus dispositivos, vemos aparecer nuevos entrantes insospechados como Epson o Lenovo, esperamos novedades de Google y de Apple, y seguimos presenciando cómo la industria relojera sigue sin enterarse de nada«.
Uno de los grandes lanzamientos del 2014 serán las Google Glass y comprobaremos si se convertirán en un objeto de culto o de consumo masivo. Sin duda, supondrán una prueba definitiva de la incorporación de Internet a nuestra indumentaria diaria, como ya lo es el móvil o el reloj. Ya no es ciencia ficción que todo nuestro organismo se encuentre monitorizado en tiempo real, día y noche, incluso que se detecte nuestros niveles de estado de ánimo, sensaciones, etc.