Barcelona, 19 de febrero de 2025.- UNO reclama al Gobierno de España un enfoque flexible y realista, tras la última propuesta de la Comisión Europea de imponer la compra obligatoria de vehículos eléctricos de batería (BEV) como parte de su estrategia de electrificación del transporte por carretera. Desde la patronal instan a rechazar esta propuesta y centrar la estrategia en incentivos adecuados y una infraestructura de recarga desarrollada, para evitar que la sostenibilidad afecte negativamente a la rentabilidad de las empresas.
“Podría generar graves consecuencias para las empresas del sector, especialmente las pymes, al aumentar los costes operativos y dificultar la renovación de flotas” ha explicado Francisco Aranda, presidente de UNO. Quien ha advertido también que “esta obligatoriedad podría poner en riesgo la competitividad del sector, y frenar la transición hacia un modelo de transporte más sostenible”. Además, ha rechazado firmemente la intención de la Comisión de imponer impuestos a las empresas que no puedan asumir esta medida: “No solo nos obligan a comprar vehículos que no podemos costear ni utilizar en todas las operativas, sino que pretenden penalizar con cargas fiscales a quienes no cumplan con un mandato que, en muchos casos, es inasumible”.
“Actualmente no disponemos de camiones eléctricos que puedan ser utilizados en todas las operativas, ni de incentivos económicos adecuados, ni de una infraestructura de recarga suficientemente desarrollada”, ha denunciado UNO.
Aranda ha insistido en que abordar “la descarbonización de las flotas exclusivamente a través de la electrificación, sin contemplar alternativas que podrían ser igualmente eficaces, es un gran error estratégico”. “Desde UNO apostamos por una transición energética con una visión más amplia, que respete el principio de neutralidad tecnológica e incluya todas las opciones posibles para ser más justa con las empresas y la sociedad».
Reseña informativa procedente de Logística Profesional
